Catalunya independiente..¿La liga sin clásico?

…  Sin duda,  futbol y política son dos elementos que en conjunción pueden resultar una combinación peligrosa,  por las pasiones y antagonismos que son capaces de desatar y porque ahora en España nos encontramos a puertas o no,  de un proceso de solicitud y reinvindicación de independencia por parte de una de sus autonomias más importantes, como es Catalunya.

     Particularmente,  me es dificil pronunciarme ante este tema, sin el ánimo de desprenderme de él,  pues me afecta directamente, sino por una cuestión de principios porque simplemente no concibo,  por formación, las separaciones o desuniones en circunstancias en donde la unión es vital para salir de cualquier crisis o problema, y más aún en la que vivimos actualmente en España, sin embargo, respeto y entiendo a cada catalán, que se siente en el deber,  y esta es la oportunidad,  de reinvindicar un sentimiento de patria, idiosincrasia e historia, que en estos tiempos de democracia es capaz de exigir, aunque en ocasiones se piense más con el corazón que con la cabeza, y el momento de hacerlo no parezca el recomendable, creo que ha llegado el tiempo de que el pueblo español,  catalanes y no catalanes,  se manifieste en una consulta democrática para tomar una decisión al respecto.

      Pero cuando digo con la cabeza,  me refiero a pensar en los "daños",  que esto puede suponer a la sociedad y a todas las actividades que como autonomía ahora tiene Catalunya,  se me ocurren dos,  la salida de la Unión Europea y lo que nos atañe desde aquí,  que es tener una liga sin el Barcelona ni el Espanyol y otros equipos que forman parte de Catalunya, el Barcelona pasaría a jugar,  si procede,  una liga catalana,  lo que significaría que por ejemplo,  no hubiera clásico del futbol español, además de todas las consecuencias económicas que tendrían los equipos y federaciones,  eso sin contar los demás deportes.

     Por eso no se trata de críticar a Piqué porque va a la selección,  esta situación va mucho más allá de marchas, insultos y reinvindicaciones políticas,  a veces radicales, es un tema que debe ser tomado con seriedad por ambas partes,  pero esto es como todo en la vida, si se toma un decisión hay que asumir las consecuencias aunque después sea demasiado tarde para volver atrás y los daños sean irreversibles,  aunque se haya ganado una lucha histórica de un pueblo que lo merece.